La
falta de información al recibir un medicamento es indispensable para los
pacientes ya que si a ellos no le dan las indicaciones adecuadas pueden ocurrir
muchos daños como el mal uso que le puedan dar sin saber cómo tomarlas, la
dosis ,etc.
El problema es entre el
dispensador y el paciente debido a que no le transmite la información de su uso.
Planteando este
problemas cuestionamos lo siguiente ¿Es
satisfactoria la interacción entre los
dispensadores y los pacientes?, ¿Se habla de la finalidad de cada uno de los medicamentos,
de la forma en que hay que tomarlos y de
sus posibles efectos secundarios? , ¿Esperan los pacientes de los dispensadores
más información de la que obtienen sobre los medicamentos?
Este
artículo tiene como propósito poder
reconocer la falta de información que da
el dispensador al paciente.
El dispensador tiene que presentar los
beneficios del producto sin imponer su criterio y tratando a cada cliente en
forma personalizada.
En
estos nuevos escenarios el farmacéutico debe pasar de un rol exclusivamente
“dispensador” de medicamentos a prestar más atención a la satisfacción de los
clientes y a la personalización de los servicios para conseguir ventas.
Hicimos
encuestas a las personas que son atendidas por el dispensario en el hospital
Essalud Rebagliati.
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